La salud del medio ambiente se encuentra en un momento decisivo de la historia y creo que cuanto más eduquemos a la generación más joven, más posibilidades tendremos de salvar nuestro planeta de la próxima extinción masiva. Los científicos han estado diciendo que más de un millón de especies están en peligro de extinción y, según las Naciones Unidas, a diferencia de las extinciones anteriores causadas por fenómenos naturales, esta estaría siendo impulsada por la acción humana, principalmente (pero no solo) por un uso no sostenible de la tierra, del agua y de la energía, y el consiguiente cambio climático. Esto significa que podemos cambiar este resultado y la educación es la clave para ayudar a nuestro planeta a alterar este curso. Todos necesitamos trabajar juntos para formar jóvenes, quienes no solo colaborarán en la conservación del medio ambiente, sino que serán clave para influenciar los líderes y destacados miembros de la sociedad con poder de decisión, para que la humanidad y el planeta se vean beneficiados.
Necesitamos mostrarles a estos jóvenes que todavía existe la posibilidad de frenar los efectos del cambio climático y la extinción de animales. Como bien dijo el presidente Obama: “Somos la primera generación en sentir el impacto del cambio climático y la última en poder hacer algo al respecto”. La generación actual necesita estar más conectada con la naturaleza para ver su belleza y cómo esa se relaciona con nuestra propia existencia en este planeta.
Siempre he sido un educador ambiental. Crecí en los EE. UU. con padres que supieron, hace más de sesenta años, que conectar a sus hijos con la naturaleza traería beneficios significativos, no solo para la salud, sino también para el futuro del planeta. Me criaron para respetar la naturaleza para que pudiéramos tener en el futuro lo que tenemos hoy. Me enseñaron a observar cómo el equilibrio de la naturaleza es fundamental para un planeta sano. Aprendí que hay muchas formas en las que cada uno de nosotros puede contribuir a preservar el planeta y que no importa cuánto hagamos, mientras todos hagan algo. Aunque solo sea plantar un árbol, ya estás contribuyendo. Imagina la diferencia que se puede hacer si podemos enseñar a una comunidad a cultivar sus alimentos a través del sistema agroforestal y con colmenas de abejas nativas. Las comunidades tendrían alimentos más saludables en su dieta y aumentaría el número de polinizadores en diferentes regiones, lo que promovería un mayor crecimiento de las plantas, generaría una reducción de gases de efecto invernadero y ayudaría a controlar el cambio climático. El Instituto Raiz Nova se propone hacer exactamente eso: brindar apoyo y recursos para la implementación de proyectos agroforestales en las escuelas donde los niños y jóvenes aprendan sobre alimentación saludable, así como la importancia de cuidar la naturaleza, para que todos tengamos una mejor vida en el futuro.
¡Podemos hacer esto trabajando todos juntos por este futuro mejor!
Tim Kenny – Sostenibilidad/Educador Ambiental, y miembro del Consejo de IRN.
